Los delfines mulares son probablemente la especie de delfines mejor conocida – la especie en la que se basa la clásica imagen de "delfín" de todos nosotros. El icónico "Flipper", estrella de programas de televisión y películas producidas a partir de la década de 1960, era un delfín mular, como son la mayoría de los delfines cautivos que se exhiben en los parques marinos de todo el mundo. Los delfines mulares se encuentran en casi todos los océanos y mares del mundo, excepto las aguas más frías de las zonas más cercanas a los polos. Actualmente se reconocen dos especies de delfín mular, y en algunos casos, ambas especies viven en la misma área. Son el delfín mular común (Tursiops truncatus) y el delfín mular del Indo-Pacífico (Tursiops aduncus). Además de esta distinción de especies (véanse más detalles a continuación), se observan numerosas variaciones entre las poblaciones costeras y de alta mar de delfines mulares comunes en diferentes partes del mundo. Las poblaciones difieren mucho en cuanto a longitud y peso medios, apéndices, coloración externa, alimentación y comportamiento. Se ha propuesto una posible tercera especie -el delfín de Burrunan- en las poblaciones costeras de delfines mulares de Australia1, y los científicos y genetistas de todo el mundo han desarrollado una gran labor a fin de comprender mejor la taxonomía de los delfines mulares. Al igual que los seres humanos, diferentes poblaciones viven en una amplia variedad de entornos, y han adoptado formas de alimentación, modelos de comportamiento y características externas especiales para adaptarse a esos hábitats2. Sin embargo, dondequiera que se encuentren, los delfines mulares suelen ser una de las especies de delfines a las que es más fácil acercarse y son más activas, lo que hace de ellos un objetivo popular para las actividades de observación de delfines.
A veces, se hace referencia algo confusamente a los delfines mulares como a marsopas en el sureste de los Estados Unidos. No obstante, las auténticas especies de marsopas son de tamaño mucho más reducido y se caracterizan por su hocico romo (sin picos) y dientes planos en forma de espadas. Debido a su distribución cosmopolita, el área de distribución del delfín mular se superpone con el de otras muchas especies de delfines. En el Indo-Pacífico tropical y a lo largo de la costa occidental de África, las poblaciones de delfines mulares que viven cerca de la costa pueden superponerse con las de los delfines jorobados. Los delfines jorobados pueden distinguirse de los delfines mulares por la amplia joroba bajo sus aletas dorsales, que suelen ser más cortas y menos curvadas que las de los delfines mulares. Los delfines jorobados tienen también picos más largos y delgados. Los delfines mulares pueden confundirse además con los delfines de dientes rugosos, que son de tamaño y forma similar, pero sus frentes son más bien inclinadas, sin un pliegue pronunciado entre el hocico y la frente. Los delfines pantropicales o delfines moteados del Atlántico no siempre presentan la piel densamente moteada, y pueden confundirse con los delfines mulares, pero tienen en general picos más largos y más delgados.
La presencia de delfines comunes se encuentra en casi todas las regiones tropicales y templadas, y pueden verse tanto en aguas costeras como de alta mar3. Se encuentran en la mayoría de los mares cerrados o semicerrados (p. ej. el Mar del Norte, el Mar Mediterráneo, el Mar Negro, el Golfo Pérsico), y frecuentan bahías, lagunas, canales y desembocaduras de ríos4. Los delfines mulares del Indo-Pacífico tienen un área de distribución más restringido con límites que van de la punta meridional de África al oeste a las islas Salomón/Nueva Caledonia al este. Su presencia se limita generalmente a las aguas costeras y litorales en la plataforma continental, aunque se encuentran también en torno a algunos grupos de islas del Indo-Pacífico4.
Los delfines mulares son nativos de los países siguientes**: Albania; Alemania; Angola; Anguilla; Antigua y Barbuda; Arabia Saudita; Argelia; Argentina; Aruba; Australia; Bahamas; Bahrein; Bangladesh; Barbados; Bélgica; Belice; Benin; Bermuda; Bonaire, Sint Eustatius y Saba (Saba, Sint Eustatius); Bosnia y Herzegovina; Brasil; Brunei Darussalam; Bulgaria; Cabo Verde; Camboya; Camerún; Canadá (Terranova - errantes); Chile; China; Chipre; Colombia; Comoras; Corea (República de); Costa Rica; Côte d'Ivoire; Croacia; Cuba; Curasao; Dinamarca; Djibouti; Dominica; Ecuador; Egipto; El Salvador; Emiratos Árabes Unidos; Eslovenia; España; Estados Unidos de América; Federación de Rusia; Fiji; Filipinas; Francia; Gabón; Gambia; Georgia; Ghana; Gibraltar; Granada; Grecia; Guadalupe; Guam; Guatemala; Guayana Francesa; Guayana; Guinea; Guinea-Bissau; Haití; Honduras; Hong Kong; India; Indonesia; Irán (República Islámica del); Irlanda; Isla de Guernesey; Isla de Man; Islas Caimán; Islas Cocos (Keeling); Islas Cook; Islas Feroe; Islas Malvinas (Islas Falkland); Islas Marshall; Islas Salomón; Islas Turcas y Caicos; Islas Vírgenes Británicas; Islas Vírgenes, Israel; Italia; Jamaica; Japón; Jersey; Kenya; Kiribati; Kuwait; Líbano; Liberia; Libia; Madagascar; Malasia; Maldivas; Malta; Marruecos; Martinica; Mauritania; Mayotte; México; Micronesia (Estados Federados de); Mónaco; Montenegro; Mozambique; Myanmar; Namibia; Nauru; Nicaragua; Nigeria; Niue; Islas Marianas septentrionales; Nueva Caledonia; Nueva Zelandia; Omán; Países Bajos; Pakistán; Palau; Panamá; Papua Nueva Guinea; Perú; Pitcairn; Polinesia Francesa; Portugal; Puerto Rico; Qatar; Reino Unido; República Árabe Siria; República Dominicana; Reunión; Rumania; Sahara occidental; Saint Kitts y Nevis; Samoa Americana; Samoa; San Martín (parte francesa); San Pedro y Miquelón; San Vicente y las Granadinas; Santa Elena, Ascensión y Tristán da Cunha; Santa Lucia; Santo Tomé y Príncipe; Senegal; Seychelles; Singapur; Sint Maarten (parte de los Países Bajos); Somalia; Sri Lanka; Sudáfrica; Suriname; Tailandia; Taiwán (Provincia de China); Tanzanía (República Unida de); Territorio Británico del Océano Indico; Togo; Tonga; Trinidad y Tabago; Túnez; Turquía; Ucrania; Uruguay; Vanuatu; Venezuela (República Bolivariana de); Viet Nam; Wallis y Futuna; Yemen
Los delfines jorobados del Indo-Pacífico son nativos de: Arabia Saudita; Australia; Bahrein; Bangladesh; Brunei Darussalam; Camboya; China; Comoras; Egipto; Emiratos Árabes Unidos; Eritrea; Filipinas; India; Indonesia; Irán (República Islámica del); Islas Salomón; Japón; Kenya; Madagascar; Malasia ; Mayotte; Mozambique; Myanmar; Omán; Pakistán; Papua Nueva Guinea; Singapur; Somalia; Sri Lanka; Sudáfrica; Tailandia; Taiwán (Provincia de China) ; Tanzanía (República Unida de); Timor-Leste; Yemen;
Los delfines mulares se alimentan de una gran variedad de presas, mostrando las diferentes poblaciones preferencia por diversas especies de peces, calamares y a veces crustáceos, según el hábitat en el que viven3,4. En general, las poblaciones que viven cerca de la costa se alimentan preferentemente de peces que habitan en el fondo, así como de peces que producen ruidos, tales como corvinas y corocoros3,5,6, mientras que otras poblaciones (incluidas las de alta mar) se alimentan de cardúmenes, tales como las lizas y otras especies, como caballas, túnidos y bonitos3,7. Se sabe que los delfines mulares emplean una amplia variedad de técnicas de alimentación, así como algunos comportamientos altamente especializados y creativos, tales como el uso de esponjas para proteger sus picos cuando excavan en la arena para extraer las presas8 y la alimentación cooperativa en el litoral, de forma que los delfines dispuestos en fila actúan al unísono para forzar al pescado hacia la orilla y luego ellos se adentran hacia la playa para apresar los peces que aletean antes de volver a deslizarse dentro del agua.
Los delfines mulares pueden verse en pequeños grupos de 2-15, o grandes grupos de hasta 1000 ejemplares, con poblaciones costeras que normalmente aparecen en grupos más reducidos que las poblaciones de alta mar3. En muchas bahías, brazos de mar y estuarios donde han sido estudiados, tales como la Bahía de Sarasota (Florida) se han encontrado delfines mulares comunes residentes durante todo el año, permaneciendo en la misma área durante varias décadas y muchas generaciones9. Son delfines altamente vocalizadores, que producen tres categorías principales de sonidos: silbidos, clics de ecolocalización y ráfagas de impulsos sonoros. Se han estudiado las vocalizaciones del delfín mular tanto en animales salvajes como en los que viven en cautividad, e incluyen el "silbido firma", que es único para cada delfín individual, y lo utilizan al parecer para comunicar la identidad, ubicación y, posiblemente, incluso el estado emocional10.
Las hembras de los delfines mulares comunes alcanzan la madurez sexual a la edad de 5-13 años, y siguen los machos a los 9-14 años3. Las crías nacen aproximadamente 12,5 meses después de quedar embarazada la hembra y se alimentan de la leche materna durante los dos primeros años de vida. Las madres enseñan activamente a sus crías jóvenes cómo cazar, y empiezan a complementar su alimentación con alimentos sólidos a partir de los 4-6 meses. Las hembras cuidan de sus crías durante 3-6 años, separándose unas de otras cuando nace la siguiente cría3.
Se ha mostrado que los machos mantienen sus jerarquías y participan en interacciones agresivas, pero los machos del Indo-Pacífico cooperan también a veces con otros machos para coaccionar a una hembra a aparearse11 y los machos de delfines mulares comunes colaboran a menudo con un miembro macho con el que mantiene una sólida alianza de larga duración para impedir el acercamiento de otros machos a las hembras receptivas12. Los machos suelen estar mucho más marcados de cicatrices que las hembras y pueden mostrar más daños en sus aletas dorsales, incluidas las características mordeduras con marcas en forma de rastrillos debido a las interacciones con otros delfines machos13.
Gran parte de los conocimientos acerca de la biología, aprendizaje y estructura social de los delfines se han adquirido estudiando atentamente los numerosos delfines mulares mantenidos bajo los cuidados humanos en todo el mundo. Estos delfines se han utilizado en entornos experimentales para entender cómo funciona su ecolocalización, en qué forma se comunican unos con otros, cómo "duermen" y cómo aprenden nuevas habilidades. Han sido utilizados también por los militares para realizar tareas bajo el agua consideradas demasiado arriesgadas para los buceadores humanos y son las especies más a menudo entrenadas para exhibirse en los parques marinos de todo el mundo.
No obstante, los investigadores disponen también cada vez más de técnicas avanzadas para aprender acerca de los delfines en el medio silvestre. Los estudios de fotoidentificación, en que los delfines son fotografiados y reconocidos a lo largo del tiempo por las muescas y las cicatrices que tienen en sus aletas dorsales, permiten a los investigadores seguir de cerca los desplazamientos e historias de vida de cada ejemplar a lo largo del tiempo. En las poblaciones bien estudiadas, como las de los delfines mulares de la Bahía de Sarasota (Florida), los delfines y sus comunidades han sido objeto de seguimiento durante más de 48 años, permitiendo a los investigadores construir árboles genealógicos y medir los parámetros de la historia de vida, el éxito reproductivo, y las tasas de nacimiento y mortalidad9. El uso de hidrófonos para grabar vocalizaciones, el muestreo genético, el marcado mediante dispositivos satelitales y otras muchas técnicas adicionales permiten obtener otros valiosos conocimientos de las poblaciones y la forma de protegerlas. Puede obtenerse mayor información acerca de estas técnicas clicaando aquí.
Los principales depredadores naturales de los delfines mulares son los tiburones, y los estudios de fotoidentificación han revelado las cicatrices relacionadas con los ataques de tiburones en varias poblaciones14-16. Se han indicado también las punzadas de las rayas de aguijón y las agresiones entre los delfines como causas de muerte en algunos casos3.
Como con todas las ballenas y delfines, el enredamiento accidental en las artes de pesca o la captura incidental es la principal fuente de mortalidad causada por los seres humanos a los delfines mulares. Ello es particularmente cierto en las zonas costeras, donde las redes de enmalle de malla grande constituyen las artes de pesca utilizadas de forma predominante, ya que después de haberlas colocado se dejan desatendidas durante largos períodos de tiempo, enredando a los delfines mientras viajan o cazan peces atrapados en las redes17-20. En algunas zonas costeras, la pesca recreativa es la principal fuente de mortalidad y lesiones graves21. Los cursos fluviales industriales y agrícolas en zonas de alta densidad humana se relacionan también con la presencia de elevadas concentraciones de contaminantes en las poblaciones costeras de delfines mulares22-25, y el aumento de las cargas de contaminantes se han vinculado con las altas tasas de mortalidad de los primogénitos que asumen elevadas concentraciones de contaminantes a través de la leche materna26. Las muertes de delfines mulares se han relacionado también con la proliferación de algas nocivas, denominada a veces "marea roja", que puede ocurrir naturalmente, pero que a veces dependen de los cursos fluviales de áreas densamente pobladas o sometidas a explotación agrícola27,28.
Es difícil asignar un estado de conservación a los delfines mulares comunes del Indo-Pacífico a nivel mundial o de toda el área de distribución. La situación de los delfines mulares del Indo-Pacífico es particularmente difícil de evaluar, debido a que su presencia suele detectarse en poblaciones costeras fragmentadas y en su área de distribución figuran muchos países en los que se ha realizado muy poca o ninguna investigación formal. Como tal, la especie está clasificada como "de datos insuficientes" en la Lista Roja de la UICN de Especies Amenazadas. Los delfines mulares comunes están clasificados como de "preocupación menor" por la UICN a nivel mundial, lo cual puede inducir a engaño, ya que muchas poblaciones están experimentando graves reducciones, concretamente: los delfines mulares del Mediterráneo, donde la especie se considera "vulnerable" a la extinción; y en el Mar Negro, donde las anteriores prácticas de caza y las capturas en vivo, así como las actuales elevadas tasas de capturas incidentales han conducido a la clasificación de "en peligro de extinción" por la UICN y a su inclusión en el Apéndice 1 de la CMS. La población de delfines mulares de Fjordland, que incluye Doubtful Sound (Nueva Zelandia), se considera "en peligro crítico" 29,30, y las reducciones pueden estar relacionadas con la presión debida a la práctica de observación de delfines31. En general, las poblaciones costeras residentes de delfines mulares son las más expuestas a riesgo de debilitación de la salud o reducción de su número, debido a la superposición de su hábitat con una gran variedad de actividades humanas, como la pesca, la agricultura, la industria y el tráfico marítimo.
Los delfines mulares son frecuentemente objeto de las actividades de observación, por su amplia presencia en los lugares donde las personas están en el agua, y debido también a que es fácil acercarse a ellos, se muestran curiosos y son interesantes para fines de observación, . Los casos de delfines mulares solitarios que comienzan a interactuar con frecuencia con los seres humanos, y los encuentros que tienen lugar como parte de programas de alimentación de delfines cautivos, semicautivos, o salvajes refuerzan también la percepción de que esta especie busca y disfruta de la compañía humana. Existe una gran preocupación por que las pequeñas poblaciones costeras de delfines mulares que son residentes durante todo el año y disponen de un área relativamente restringida para alimentarse, descansar y socializar puedan verse gravemente afectadas por las actividades de observación irresponsables. Las poblaciones residentes de delfines mulares, tales como las de Bocas del Toro (Panamá), pueden estar expuestas durante horas a la presencia continua de embarcaciones y ruidos de motores diariamente, y pueden perder regularmente importantes oportunidades de alimentarse o descansar, con el consiguiente menoscabo de su estado general de salud32,33. Algunos estudios han relacionado la intensa presión de la práctica de observación de delfines con la disminución del número o la partida de delfines mulares del área donde eran objeto de observación34,35. En cuanto tal, es sumamente importante que la observación de delfines no incremente las amenazas, sino que contribuya a la conservación mediante la adhesión a las directrices de observación responsable de delfines.