Los delfines oscuros son de tamaño pequeño y presentan una piel finamente diseñada. Al estar limitados a aguas relativamente costeras y continentales del hemisferio sur y debido al comportamiento acrobático de esta especie, constituyen un objetivo frecuente del turismo de observación de delfines en lugares como Sudáfrica, Nueva Zelandia y Chile. Se considera que existen cuatro subespecies reconocidas en diferentes lugares:
De las especies de delfines con las los delfines oscuros comparten sus áreas de distribución, el delfín austral de tamaño mayor del América del Sur tiene una cabeza de forma y patrón de colores similar, pero es mucho más oscuro, especialmente en torno al rostro. La coloración clara de la parte frontal del cuerpo de un delfín oscuro es similar a la de un delfín común, pero este último tiene un pico mucho más largo y, a corta distancia, es fácil distinguir los patrones de color. En la costa occidental de África, vistos a distancia, puede confundírseles con los delfines de Heaviside, pero sus modalidades de salida a la superficie y de nado, el tamaño de grupo generalmente más numeroso y los patrones de color permiten que sea posible distinguirlos al acercarse a ellos.
La presencia de delfines oscuros se limita al hemisferio sur, y las cuatro subespecies diferentes no se superponen y, en algunos casos, quedan separadas por enteras cuencas oceánicas1. Prefieren, al parecer, las aguas costeras asociadas con la plataforma o talud continental, pero es posible verlos también en aguas profundas, cuando estas se encuentran cerca de la costa2.
Nativo de los siguientes países**: Argentina; Australia; Chile; Islas Malvinas (Islas Falkland); Namibia; Nueva Zelandia; Perú; Santa Elena, Ascensión y Tristán da Cunha (Tristán da Cunha); Sudáfrica (Islas Marion y Príncipe Eduardo, Provincia septentrional del Cabo, El Cabo occidental); Territorios Australes Franceses (San Pablo y Ámsterdam);
Los delfines oscuros se muestran adaptables en sus estrategias de alimentación y de presa preferida2. En Argentina se alimentan principalmente durante el día, utilizando estrategias de cooperación para reunir y capturar cardúmenes en aguas situadas sobre la plataforma continental2. Por otra parte, en Nueva Zelandia, los delfines suelen descansar durante el día y de noche se desplazan fuera de la costa a aguas más profundas para alimentarse de presas que se encuentran en la capa profunda de dispersión. Pero estos mismos delfines pueden alimentarse también durante el día cuando la presa es abundante cerca del litoral3. Entre las presas preferidas cabe incluir los peces linterna de la capa profunda de dispersión, las anchoas, sardinas, caballas y diversas especies de calamares2. La alimentación del delfín oscuro, que puede variar según el momento del día y la estación del año, se caracteriza a menudo por su comportamiento acrobático espectacular, tales como persecuciones y exhibiciones aéreas. Se considera que estas exhibiciones sirven para coordinar los movimientos y la agrupación de la presa por los grupos de delfines, que pueden estar constituidos por varios centenares o (en Nueva Zelandia) incluso por millares de ejemplares3-5.
El tamaño de los grupos de delfines oscuros varía de solo 3-5 ejemplares al número más común de 10-20, pero puede llegar también hasta 2000 animales en aguas situadas frente a las costas de Kaikoura (Nueva Zelandia) en los meses de abril y mayo3. Las características de la historia de vida de esta especie se han estudiado a fondo en el Perú, donde la caza directa de delfines oscuros ha aportado gran número de especímenes para su examen detallado. Las hembras pueden iniciar la reproducción en edades comprendidas entre los 4,3 y 6,3 años (variando según la población), y la gestación hasta 12,9 meses. Las crías se amamantan durante aproximadamente 12 meses, y una hembra normalmente descansa durante 3-4 meses antes de concebir nuevamente6.
Las orcas son depredadores de delfines oscuros, que se sabe entran en aguas poco profundas para evitar ser detectados y depredados cuando las orcas se encuentran en la zona2. En estudios realizados se han documentado también una gran variedad de enfermedades y parásitos en los delfines oscuros, especialmente en el Perú, donde se ha podido disponer de numerosos especímenes para realizar un estudio detallado7-10.
Al igual que la mayor parte de los pequeños cetáceos, en particular los que viven en aguas costeras donde la pesca de arrastre y la pesca con redes de enmalle son comunes, los delfines oscuros están expuestos a la captura incidental en las artes de pesca. El número de capturas incidentales en el pasado ha sido elevado en Nueva Zelandia y Argentina11, pero las más destacadas se han registrado en las pesquerías peruanas12-14. Históricamente, en el Perú se han realizado también capturas directas de miles de ejemplares por año12,13. Si bien las capturas directas están prohibidas desde 1994, las capturas incidentales continúan sucediendo y se cree que persiste todavía la caza directa para el consumo humano y para su uso como cebo en la pesca del tiburón14. En Nueva Zelandia, así como en la Argentina, existe la preocupación de que la presencia generalizada y persistente de embarcaciones de excursiones de observación de ballenas está afectando a las poblaciones de delfines oscuros15-19 (véase más adelante).
No obstante haber documentado detalladamente las capturas en aguas situadas frente a las costas del Perú y tener casi la certeza de que no son sostenibles12-14, en la última evaluación de la Lista Roja de la UICN, esta especie fue clasificada como de «datos insuficientes» por falta de datos precisos y abundantes en toda su área de distribución20. Los delfines oscuros figuran incluidos en el Apéndice II de la Convención sobre las Especies Migratorias (CMS).
Pese a su área de distribución bastante restringida, los delfines oscuros son objetivo frecuente de actividades de observación de delfines, especialmente en Argentina (Patagonia), Nueva Zelandia y Sudáfrica. Su comportamiento acrobático aéreo, y la relativa facilidad con la que las embarcaciones pueden acercarse a ellos, contribuyen a que la observación de esta especie resulte gratificante. En Nueva Zelandia han sido el objetivo de un programa de nado con delfines de larga data en la Bahía de Kaikoura. Tanto en Argentina como en Nueva Zelandia, los estudios han mostrado que la presencia de embarcaciones turísticas (y nadadores) altera el comportamiento de los delfines, reduciendo el tiempo que dedican a la alimentación y al descanso, lo que determina posiblemente efectos perjudiciales a largo plazo en su bienestar15-19. Por esta razón, es de suma importancia que los turistas seleccionen operadores que respeten las directrices nacionales o locales de observación de delfines para reducir al mínimo los posibles efectos de la observación de ballenas en los animales objeto de observación.